jueves, 17 de octubre de 2013

CARTA PASTORAL POR MOTIVO DE "DOMUND"

 “La misión, fruto de la fe y la caridad”

Queridos hermanos y hermanas:

El mes de octubre nos trae el recuerdo anual de las Misiones, que se expresa de forma más intensa en la celebración del DOMUND. Nuestra Iglesia diocesana de Huelva, que está iniciando el curso pastoral, centrado en la revitalización de las parroquias, no puede renunciar a la llamada misionera del Señor: Id y haced discípulos (cfr. Mt 28, 19). Si tenemos, como Iglesia, el reto de salir al encuentro de los alejados, cómo no ir también hacia las periferias existenciales donde no se ha escuchado hablar de Cristo y su Evangelio.
La llamada a la misión no sólo es para algunas personas, sacerdotes, religiosos y laicos, que son vocacionadas para anunciar la Buena Noticia en los lugares donde Dios no es conocido, sino para todos los miembros de la Iglesia, que, en la comunión de los santos, somos convocados a sentir como algo propio la misión Aad gentes@. Es por eso que, siguiendo el lema de la campaña misional de este año 2013: fe + caridad = misión, os animo a reflexionar sobre estos tres conceptos y su interrelación. En efecto, la fe, sobre la que tanto estamos hablando en este año a ella dedicada, es un don que hemos recibido en el bautismo, que por su misma naturaleza está llamada a concretarse, a hacerse operativa. Si seguimos a Cristo, sus pisadas nos llevan siempre hacia el otro, hacia el prójimo, por lo que la fe es indisociable de la caridad, expresión de la vivencia auténtica de la misma.
La Redención de Cristo, que es universal, no conoce fronteras, ni tampoco razas, ni ninguna otra distinción. De ahí parte la catolicidad de la  Iglesia. Por eso, la misión es una respuesta a la universalidad de la Muerte de Cristo. Es expresión de los brazos del Señor, que se extendieron en la cruz para salvar a todos. Por eso nuestra fe nos impulsa a abrir nuestros corazones más allá de nuestro universo particular, para hacer presente al Señor allí donde no ha resonado su Palabra, donde no ha llegado la caridad de Cristo. )Cómo puedo yo contribuir a que mi fe y mi caridad se expandan a estos lugares? Sin duda, con la oración, a través de la cual el Señor sostiene a los misioneros. Ellos son los brazos de la Iglesia que sana y cura, que anuncia el Evangelio, que hacen presente a Jesús en los sacramentos y a través del testimonio de la caridad. También nuestra ayuda se tiene que concretar en la colaboración económica, que haga posible los proyectos de las Obras Misionales Pontificias. Y a través del sacrificio, unido a nuestra intercesión por los misioneros y por los sujetos de la misión, sacrificio que en los momentos actuales será más valioso delante del Señor.
Que María, Reina de las Misiones, que proclamó las grandezas del Señor, nos ayude a todos los miembros de la Iglesia para que, consecuentes con la fe y testimoniando la caridad de Cristo, lo anunciemos a todos los pueblos.

Os saludo con todo afecto.

+ José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva 

LAS OFENSAS

Cuenta una leyenda que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron y uno le dio una bofetada al otro, quien ofendido y sin nada que decir, escribió en la arena:
"HOY, MI MEJOR AMIGO ME DIO UNA BOFETADA EN LA CARA".

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse, tomó un punzón y escribió en una piedra:
"HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA".

Intrigado, el amigo le preguntó:
- ¿Por qué después que te lastimé escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro le respondió:
- Cuando un gran amigo nos ofende, deberíamos escribirlo en la arena, donde el viento del olvido y del perdón se encargará de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pasa algo grande, deberíamos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento del mundo podrá borrarlo.

---oOo---
JOLABE


PLEGARIA DE UN NIÑO A LA VIRGEN

                                         ¡Oh, Virgen María!,     
                                            Olor de clavel,
                                        mi madre me ha dicho
                                         que te ame con fe
                                        y cuando en la noche
dormidito esté,
al son de las olas
¿me vendrás a ver?
¡Oh, Virgen María!,
Olor de clavel.

(Asunción Sánchez Rupérez - de EL PROMOTOR)

---oOo---
JOLABE